domingo, 1 de mayo de 2016

El haba del roscón


Podría comenzar este artículo de nuestro blog (tuyo y mío) de una mejor manera, pero como no aspiro a convertirme en el próximo premio Cervantes, ni quiero desviar tu atención de la idea principal de hoy, voy a ir directamente al meollo.

Estas navidades, mi hija se pidió un pequeño invernadero como regalo de Reyes, por lo que empezamos a plantar algunas semillas diferentes que se incluían en el juego. Al llegar el día de Reyes, se nos ocurrió hacer lo mismo con el haba del roscón, sin ninguna confianza en que aquello fuera a prosperar. Cuál ha sido nuestra sorpresa al comprobar que el haba, no sólo germinó, sino que ha crecido tanto que casi llega al techo. De ella han brotado dos ramas, tres yemas que ya anuncian otras más y unas cuantas flores. Ahora tenemos una pequeña “huerta murciana” en casa, en la que el haba del roscón, es la protagonista indiscutible. Quién lo iba a decir cuando una mano repostera la enterró entre un montón de crema. Está claro que no siempre el destino marcado, es el destino final.


Y después de esta pequeña historia real, te invito a que por un momento veas tu vida, tu proyecto, tu sueño, como una pequeña semilla:

¿Qué tipo de planta quieres tener? ¿Un árbol gigante con hermosos frutos? ¿Un rosal con flores y espinas? ¿Una delicada orquídea? ¿Una espiga de trigo?

¿Para qué has plantado esta semilla?¿Para qué quieres ese tipo de planta?

¿Cuánto tiempo, esfuerzo, estás dispuesto/a a dar para que tu semilla se convierta en la planta que sueñas?

¿En qué tipo de sustrato está plantada tu semilla? ¿Tiene la tierra suficiente? ¿Es buena tierra o necesitas abonarla? ¿Cuál es el abono más apropiado para tu semilla?

¿En qué ambiente esperas que crezca esta semilla? ¿Cuál es la luz con la que cuenta? ¿Cómo puedes darle más luz?

¿De qué manera y con qué frecuencia vas a regar esa semilla?

¿Quién puede seguir regando tu planta cuando te vayas de vacaciones?

¿En qué fase de crecimiento se encuentra tu planta? ¿Ha surgido ya el tallo? ¿Han brotado las flores? ¿Han llegado los frutos? ¿Qué puedes hacer tú para que alcance la siguiente fase?

A medida que vaya creciendo hacia la luz necesitará algo que sujete el tallo ¿qué vas a utilizar para ello? ¿Cómo la vas a dotar de consistencia?

¿Cómo recogerás los frutos cuando crezca y te supere en altura?

¿De qué tipo de enfermedades o animales dañinos tendrás que protegerla? ¿Cómo lo vas a hacer?

Yo nunca pensé en plantar un haba, pero el roscón la trajo hasta nosotros y la curiosidad hizo el resto. Lo importante no es lo que ves, sino lo que puedes llegar a ver.

5 comentarios:

  1. Fantástica aportación, Nieves. Es muy interesante esa idea del haba. Es realmente sugerente.

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  2. Increíble realmente me facina la historia,te hace pensar y plantear muchas cosas...
    Nieves tienes un dom,sigue asin me encantó.

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  3. Increíble realmente me facina la historia,te hace pensar y plantear muchas cosas...
    Nieves tienes un dom,sigue asin me encantó.

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  4. Sorprendente e inesperado. Una vez más invitando a pensar...
    Gracias, Nieves, por hacernos reflexionar.

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